Dicen que, al final de nuestra vida, lo que más lamentamos no son nuestros errores, sino aquello que no nos atrevimos a ser, a probar, a sentir… y, sobre todo, a decir.

Hay silencios impuestos por la ausencia, por la imposibilidad de ser escuchados o por el propio miedo a hablar. Cuando las palabras no encuentran su camino, Marco decidió transformarlas en pintura. De esa necesidad de comunicar lo callado surge este proyecto, que no solo es una liberación personal, sino también una invitación abierta a compartir y sanar.

Desde esta premisa nace "Todo aquello que nunca te dije", una exposición que explora el peso de lo no expresado. A modo de diario visual, el artista canaliza aquellas emociones que durante este año y, por distintos motivos, nunca llegaron a su destinatario.

En diciembre de 2024, y con el anhelo de que el proyecto cumpliera un servicio colectivo mayor, el artista lanzó una convocatoria a través de redes sociales: invitó a personas anónimas a enviar un video confesando aquello que nunca pudieron expresar en voz alta. De estos testimonios nacen los 12 retratos en formato pequeño que completan la exposición. Cada uno de ellos es un eco de lo no dicho, una confesión, un color que encuentra su espacio en la obra.